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jueves, agosto 31, 2006

La barba de Gasol

Quién tuviera la inocencia de un niño. Palabra de Televisión: Amén. Alabada sea la Santa Catódica Pantalla. Así que tras escucharlo en La Sexta el niño ha ido por primera vez en su vida a comprar un periódico. Lo primero ayudarle a encontrarlo. Y cuando el Marca ya estaba en sus manos ha llegado el segundo momento, el más cruel, inolvidable despertar al desengaño.

- ¿Dónde está la barba? -, ha susurrado con su voz.
- ¿Qué? -, ha respondido la dependienta.
- La barba -, ha insistido él todavía algo tímido.
- ¿Qué barba? -, ha interrogado con cara de sorpresa la dependienta (al fin y al cabo esto es una tienda de periódicos, no una peluquería o barbería)
- La barba de Gasol -, el niño con un hilillo de voz como anticipando la tragedia.
- A mí no me han traído nada -, ha dicho ella rebuscando falsamente con la mirada.
- Lo han dicho en La Sexta.

¡Ajá! "Lo han dicho en La Sexta". He aquí la frase clave de toda esta conversación. "Lo han dicho en La Sexta", con lo cual lo han dicho en la Televisión, con lo cual... ¡es verdad! Si lo dice la tele es verdad. No hay mayor verdad que la que nos escupen plasmas, pantallas planas o las redonditas de toda la vida. El niño tenía razón porque su verdad era la de la tele; ella MENTÍA. Sí, es verdad que la barba de Gasol (obviamente no la original sino una cartulina imitando la barbita de leñador del crack baloncestístico) no había llegado hasta esa tienda pero, ¿qué culpa tenía el niño de que eso fuera así? ¿Acaso no debía tener ella la barba para él?

El niño ha aprendido la primera gran lección de la vida adulta. Desconfía del prójimo y ten Fe en la Televisión. "Oh TV, adoramus te". Y el pobre ha vuelto con el periódico en mano a depositarlo a su estante. Al fin y al cabo, ¿para qué sirve leerlo?

miércoles, agosto 30, 2006

Mañanas de Mundobasket

De lo mejor de estas vacaciones sin duda el Mundobasket de Japón. Ahí estuve, como verdadero militante del deporte de la canasta, la primera madrugada del campeonato con el EEUU - Puerto Rico. Eso sí, entre cabezada y cabezada. Porque tampoco es que esta selección yankee sea para tirar cohetes (lo cual no quiere decir que no puedan ser oro). Mi debut en el Mundobasket se produjo en Arjonilla (Jaén) en plenas fiestas por su patrón San Roque (sólo en Andalucía son capaces de pasear durante horas una imagen (o escultura) en un pueblo de escasosmil habitantes). Soledad (ochentaytantos años) miraba atónita el televisor a las siete de la mañana. "Juegan en Japón", le informé. "Uy, aquí al lado", dijo ella. En ese momento te das cuenta de que todo es más relativo de lo que parece. A sus ojos son un montón de personas corriendo detrás de un balón para meterlo en la canasta y no se entera muy bien de quién gana. Pero aun así... que yo me lo estoy pasando bomba con el Mundial y con España en particular. Y que, aunque no sea demasiado importante, lo de ganar un Mundial le daría a uno una buena alegría.

Por cierto, apunte televisivo. La Sexta está demostrando que con un poco de mimo, diversión y buena promoción el basket es muy mediático. ¿Volverán los bostezos con Nacho Calvo y la ACB? No estaría nada mal que el soniquete "Todo va a cambiar" sonará en los tiempos muertos de un TAU - Barça.

martes, agosto 29, 2006

Cuenta atrás

¡Por fin! ¡Por fin unas vacaciones de verdad! Uff, qué gustito eso de apagar el ordenador y encenderlo pa lo justo. E incluso permitirse ver películas de medio pelo, más que nada porque aquí en Jaén (donde me hallo apurando las vacaciones) no hay mucho donde elegir. Eso sí, volví a ver "Azuloscurocasinegro" de Daniel Sánchez Arévalo en un Cine de Verano (por primera vez al aire libre para mí) y me gustó incluso más que la primera vez que la vi. Días antes coincidí con él en los estudios de la SER en Madrid y eso que yo le miraba y decía "este tío me suena"... lástima que se largó antes de que cayera en la cuenta. Supongo que a ningún director le amarga que le agradezcan su ópera prima.

Pero eso, a lo que iba, vacaciones de verdad. De las de descansar el cerebro y dejarlo en la cama retozando un par de semanas. ¡Lo que me costaba a mí los últimos veranos creerme lo del descanso! Espero comprobar los efectos revitalizantes cuando me ponga al tajo de verdad. ¿Sufría antaño el síndrome - de cuyo nombre no logro acordarme - de no poder dejar de trabajar en vacaciones? ¿Sufriré el llamado síndrome post-vacacional? No amigos, no lo creo. Lo que sí temo es el síndrome "Vuelta a la urbe navarra"... ese sí que da miedo.

Lo dicho, que amenazo con volver (aviso para navegantes y conductores). Que nadie se piense que el imprescindible "Carlos Crece" había fenecido en el intento. No amigos no, volverá con energías renovadas...

Por cierto... ¿alguien ha encontrado sentido en su vida por leer estas líneas? ¿Alguien las ha leído? Si yo pudiera, no lo haría.

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